domingo, 23 de enero de 2011

DAMAS QUE HICIERON EJEMPLO .-. BELEN DE SÀRRAGA .-.

Nota del Director: Es una recopilaciòn bibliografica de una VIDA EJEMPLAR DIGNA DE IMITAR, de la ilustre DAMA: Belen de Sàrraga, un pensamiento Libre que la llevo a encontrar su Libertad Interna y el encuentro con su divinidad, de ahi que se afirme: LA MUJER ES IGUAL O MAS INTELIGENTE QUE EL HOMBRE, EL HOMBRE EN LA MAYORIA DE LAS VECES PIENSA CON EL SEXO Y LA MUJER CON LA INTUICIÒN Y LA LOGICA.
Gabriel Alberto Restrepo Sotelo es LINTERNA ROJA .-.
INVESTIGADOR Y BIBLIOGRAFIA MAURICIO JAVIER CAMPOS

Belén de Sárraga. Vida y revolución feminista

El siguiente artículo biográfico, un bosquejo a grandes rasgos de la vida y andanzas de Belén de Sárraga, fue una idea original propuesta por los QQ.·. HH.·. de la Fundación María Deraismes de la Federación Española de la Orden Masónica Mixta Internacional Le Droit Humain-El Derecho Humano, para un proyecto conjunto que no llegó a concretarse, pero que fue muy estimulante para todos. Reproduzco aquí los materiales reunidos para la ocasión.

A los QQ.·. HH.·. de El Derecho Humano, Antonio Ceruelo, L. A. y G. T.

A mi hijito Agustín

Nota de advertencia:

Resulta paradójico decir que las referencias a Belén de Sárraga son extensas, pero dispersas y muy confusas. Su figura ha sido redescubierta en los últimos años. Aún así, hay escasos libros dedicados a su persona. En este aspecto destaca la investigación que le dedicaron Vitale y Antivilo, un pequeño y precursor -aunque incompleto- volumen editado hace ya diez años en Chile. Los autores no dudan en mencionar las dificultades que afrontaron a la hora de seguirle el rastro a una personalidad tan controvertida a la par que inquieta. Su vocación viajera, espectacular para una mujer de aquella época, su incesante actividad como conferencista y periodista, si bien definen su perfil activista, pareciera que vuelven su vida más fragmentaria. Su obra y su figura también se diluyeron durante el proceso de la dictadura franquista. El valor de esta investigación reside en que los autores pudieron acceder a los ejemplares que aún existen del diario El Liberal de Montevideo y a publicaciones chilenas que dejaron constancia de su paso por aquellas tierras.

Otra fuente clave para nutrirme han sido las actas, trabajos e historia del 1º Congreso Femenino Internacional de 1910, celebrado en Buenos Aires y que la Universidad Nacional de Córdoba ha publicado en un volumen de poco más de 500 páginas. Documentos de una notable riqueza de contenidos para los investigadores y estudiosos, o simplemente para todos aquellos que deseen conocer el legado testimonial que involucró la lucha por la emancipación de la mujer a principios del siglo XX.

Fueron de invalorable ayuda, en cuanto a la calidad de la información aportada, los volúmenes editados por la Fundación María Deraismes y los artículos escritos por investigadores/as especializados en las cuestiones de género que cito en las notas y bibliografía.

Por último, pude acceder a la lectura de la obra emblemática de Belén de Sárraga: El clericalismo en América (a través de un continente). Su libro-testimonio consta de casi 350 páginas. Otras obras suyas no tuvieron la suerte de pasar a la posteridad y hoy son inhallables, tal es el caso de Chile, segundo libro de la serie "A través de un continente"; De la vida, artículos doctrinarios y su recopilación de cuentos filosóficos titulado Escenas vivientes.



La mujer debe liberarse del yugo de la Iglesia y del marido.

Belén de Sárraga era una anarquista y librepensadora española... Recorrió América Latina ejerciendo su apostolado feminista y ácrata; era una mujer de especial belleza, sefardita, según el escritor José Santos González Vera. Cuando visitó Chile, en 1913, revolucionó a los jóvenes radicales, liberales, socialistas y anarquistas... Los curas la odiaban: "era una divorciada, disoluta y, para más remate, atea", decían los conservadores. El líder obrero Luis Emilio Recabarren la invitó a visitar las salitreras y como consecuencia de sus conferencias, se formaron en el norte los centros de mujeres librepensadoras Belén de Sárraga.

Rafael Luis Gumucio Rivas


Introducción a una vida

Este pequeño texto aborda aspectos de la vida de Belén de Sárraga, pero su polifacética existencia nos sirve de excusa para tratar diversas cuestiones a las que nuestra biografiada no fue ajena: el feminismo, el anarco-socialismo, la masonería mixta, la militancia por los derechos humanos en Europa y América. Su amplia instrucción y cultura -era maestra y médica- y el ejercicio del periodismo la convirtieron en un referente ineludible en su época. Fue una notable conferencista y viajera.

Belén de Sárraga nació el 10 de julio de 1873 en Valladolid, España. Se exilió en México, donde murió en 1951. Fue una mujer extraordinaria cuya vida y activismo desbordan todas las clasificaciones. Pertenece a ese nutrido grupo de mujeres libertarias que cabalgaron a medias entre el siglo XIX y el XX en pos de la emancipación y la igualdad de género, entre otros muchos aspectos sociales. Realizó giras de propaganda y prolongadas estancias en Iberoamérica.

En su juventud estudió magisterio y posteriormente se recibió de médica; feminista, próxima al anarquismo y a los movimientos obreros, librepensadora y masona -perteneció a la Orden Masónica Mixta Internacional Le Droit Humaine-El Derecho Humano- y militante del Partido Republicano Federal Español cuyo fundador fue uno de sus profesores, el filósofo y cientista político Francisco Pi y Margall. Fue escritora, periodista y una conferencista notable. Digna hija de una familia en cuyo seno se cultivaban ideales de una cultura propia de las izquierdas; ideales relacionados con el anticlericalismo, el humanismo y el racionalismo.

Su madre se llamaba Felisa Hernández. Su padre, Pedro Vicente de Sárraga, que era militar, republicano y masón, padeció el destierro durante la monarquía de Alfonso XIII. De esta manera, la familia se trasladó a la todavía colonia española de Puerto Rico, volviendo a España recién a fines de la década de 1880. Pocos años después, Belén de Sárraga ingresa en la Universidad de Barcelona, obteniendo el título de médica. En esta etapa conoce la obra de Proudhon. Lee a Bakunin y Kropotkin, siendo el anarquismo, a fines del siglo XIX, la principal fuerza obrera de Cataluña, Aragón y Andalucía. Admira, entre otras mujeres, a George Sand, Mme. Stäel y Louise Michel, esta última, activa revolucionaria en la Comuna de París en 1871, precursora del Primer Congreso Internacional de la Mujer en 1878. Conoce la labor de Olimpia de Gouges durante la Revolución Francesa de 1789 y de la lucha de las feministas inglesas en pro del derecho a voto. Criticará la reforma constitucional española de 1889, que aprueba el llamado sufragio universal, pero que paradójicamente excluye a la mujer. Es en esta década, 1880, cuando surge el término feminista acuñado por Hubertine Auclert, sostiene Dora Barrancos, "con el significado de denuncia de la sujeción femenina y abogacía por los derechos de las mujeres".
Supo frecuentar, con apenas diecinueve años, ámbitos que estimularon sus posteriores luchas, como el Centro Instructivo Obrero Republicano de Madrid, donde se debatían en charlas y conferencias, cuestiones como la emancipación de la mujer y la libertad sexual. Dirigía la entidad, en palabras de María Dolores Ramos (1), "Eduardo Benot (1822-1907), diputado del partido federal por Jerez en 1898, Ministro de Fomento durante la Primera República, autor de la llamada Ley Benot sobre condiciones de trabajo, referidas sobre todo a la población femenina e infantil, y vicepresidente del partido, quien había declarado públicamente profesar la "religión racionalista". Este centro federal se convirtió en lugar de reunión de numerosos anarquistas..." A los veinte años se casó con el también republicano y librepensador Emilio Ferrero Balaguer. Ya establecida en Valencia preside los exámenes de las escuelas laicas que de forma autónoma mantenían los republicanos.

Hacia 1899 reside en Málaga, donde funda la Federación Malagueña de Sociedades de Resistencia, la cual llegó a tener miles de afiliados que pertenecían a numerosas sociedades de diversos oficios, constituyéndose de esta manera en una entidad antecesora de las organizaciones sindicales. Aquí, en esta ciudad, también creó una asociación de obreras y campesinas. En 1901 publica la colección de poemas Minucias, con poco más de 200 páginas y un retrato suyo.

Sus poemas son lapidarios y crudos, fiel reflejo de sus ideas y militancia, como este, titulado "La fe ha muerto".

La fe ha muerto -¿qué cosa es la fe?- una virtud
sobrenatural que nos inclina a creer todo lo que
Dios ha revelado y lo que la Iglesia nos enseña.

¡La fe! una palabra que allá en otro tiempo al hombre
hizo esclavo de negra reacción,
ahogando en su pecho la idea bendita
de afán de progreso, de noble ambición.

¡La fe! con su nombre por santa bandera
triunfante y altivos llevaron doquier,
la burla, el escarnio, la hoguera, el suplicio,
los negros sectarios del Dios de ayer.

Queriendo su vida pasar en la holganza
queriendo al trabajo sus brazos negar
hicieron que el hombre viviera ignorante
pudiendo los pueblos así dominar.

Historias y cuentos sin fin ilustraron
y uniendo dislates pudiendo fingir
fantásticos credos en donde incoherentes
lo real y lo falso pretender unir.

Hicieron divinos los mitos de oriente
los reyes paganos divinos también
fingieron infiernos con lúgubres llamas,
y un cielo, una especie de mágico edén.
Y vírgenes castas y santos benditos
y grandes milagros supieron forjar,
y cuando salvó un cuento razón
y cuando a algún cuento razón no encontraron
"misterios" -dijeron- que es a fuerza acatar.
Y en él razones creer, sin conciencia
de si es malo o bueno, de cómo y porqué,
creer sin fijarse si es cierto o fingido,
creer ciegamente, que ciega es la fe.

Y estúpidas turbas a ciegas creyeron
viviendo engañadas por negra maldad
de hipócritas seres que en nombre de Cristo
haciéndose dueños de la Humanidad.

En vano asustada de tanto sofisma
se alzó protestando la sana razón;
que ahogó sus palabras el vil despotismo
prendiendo la hoguera de la inquisición.

Cree o te condenas, -dijeron primero,
cree o te quemamos, -dijeron después,
y en el espanto lograron que el mundo
al fin se postrara besando sus pies.

Y luego de opresas así las conciencias
tan solo los que iban de vil lucro en pos
mirando lo humano por fin dominado
el oro exigiendo en nombre de Dios.

Pagóse el bautismo, pagóse la gloria,
de amar, el derecho también se pagó,
y tanto vendieron que, a cambio del oro
aún el mismo crimen, se santificó.

Sin fe no es posible la vida en el cielo
dijeron al pueblo
ten fe y salvarás; sin fe te condenas de fijo...
¡Falsarios! la fe en lo increíble no salva jamás.

La fe en lo grandioso; la fe en lo divino
la fe por lo bueno; la ciencia, el amor
por todo lo justo, por todo lo grande
justicia, progreso, virtudes, honor.

La fe en el empeño del ser que pretende
con pérfido anhelo a la luz difundir,
en el que a Natura, secretos dando,
la ciencia a laureles anhela adivinar.

La fe en ese día se guarda el mañana
de gloria y fortuna de dicha sin parar
en que los hombres, sin viles tiranos,
iguales se juzguen y sépanse amar.

Para esos anhelos, la fe y el trabajo,
no torpe se ciega, la fe que da luz,
y con noble empeño procura incesante
de ruda ignorancia rasgar el capuz.

La fe ha oprimido, la fe que un día
con loco cinismo la hoguera encendió
ya ha muerto potente, herida de razo,
en la hora bendita (...) dominó.
Y huyeron con ella los buenos sofismas,
los dioses de barro, de tela o papel,
las miles bendiciones pagadas con oro,
y de excomuniones el necio oropel.

La fe ha terminado, matóla el progreso,
que ya en los cerebros comienza a reinar;
su paso destruye la ciega ignorancia,
e intenta la noble Justicia encumbrar.
¡Volved a la nada, divinos engaños!
¡Rodad por el polvo, mentir y fingir
que allá, sobre el trono que ha alzado la ciencia,
va a dar a luz un mundo la diosa razón!






En estos años edita La Conciencia Libre -cuya influencia se extiende por Málaga, Valencia y Barcelona- y crea junto con Ana Carvia, también masona, la Asociación General Femenina. La entidad abre un gabinete de lectura para obreros y obreras y una escuela laica para niñas y adultas, a la par que sus miembros estrechan contactos con otras instituciones feministas dispersas en distintas provincias. Fundó también diversas Asociaciones de Mujeres Librepensadoras.

Publica artículos en la prensa. Predica sus ideales en giras políticas, mítines, conferencias y actos públicos, reinvindicando la luchas feministas, republicanas y obreras. Fue una defensora acérrima de la libertad de conciencia y la libertad de instrucción. Persiguió objetivos pacifistas, antimilitaristas y democráticos. Duramente cuestionada por su clara hostilidad hacia la Iglesia, sufrió persecusiones y hasta atentados contra su vida. En 1904, por ejemplo, fue condenada a dos meses de prisión por el discurso pronunciado contra el general Polavieja -delegado de la Cruz Roja, de visita en Málaga y ex gobernador de Filipinas-, censurando al mismo por el fusilamiento del poeta, masón y héroe de la independencia de Filipinas José Rizal. En 1893, en un acto en Bilbao, intentaron envenenarla y durante un viaje en tren, apuñalarla, defendiéndose Belén de Sárraga, en este último caso, con revólver en mano.

Viajera infatigable, su fuerte compromiso político y social la lleva a recorrer en el período comprendido entre los primeros años del 1900 y 1933 países como Cuba, Uruguay, Chile, Argentina y Portugal, entre muchos otros, donde difunde las ideas de la igualdad, el laicismo y la defensa de los derechos de las mujeres. Declaraba que el clericalismo recortaba las libertades, anulaba la tolerancia y frenaba el laicismo. El Mercurio de Valparaíso cita sus palabras en la primera visita que realiza a Chile, en 1913: "En un Concilio del siglo VI de la era cristiana se sometió a discusión si la mujer tenía alma y sólo por dos votos a favor quedó resuelta afirmativamente esta duda. Calculad cuál habría sido la situación si aquellos dos santos varones llegan, por cualquier circunstancia, tarde a la votación". Con respecto a los ataques recibidos, sostuvo: "¡Cómo quieren ustedes que no me ataquen si vengo yo a malear un negocio que tantas utilidades daba a cierta gente! Vengo yo aquí a predicar la verdad, a emancipar a los que están subyugados. Arranquemos a la mujer, al obrero y al estudiante de esas influencias y habremos alcanzado el ideal del libre pensamiento".


Uruguay

En la primera década del siglo XX se radicó en Montevideo -Uruguay- sabiendo que podía desarrollar su trabajo libremente, debido a las políticas liberales del gobierno de José Batlle y Ordoñez a quien pocos años después le dedicaría su volumen de viajes El clericalismo en América. En 1907, poco antes de su llegada, y bajo el amparo de este mismo gobierno, se había sancionado la ley de divorcio vincular. Dirigió el diario El Liberal (1908- septiembre de 1910), donde publicaba artículos en defensa de los niños ilegítimos, de la educación laica y de la separación de la iglesia y el estado; también ejercía la docencia en diferentes escuelas laicas.

Durante su estadía en Uruguay, Belén de Sárraga escribió en el primer número de El Liberal: "Para la prensa uruguaya en general, sin distinción de ideas sociales o políticas, nuestra cooperación decidida a toda obra libertadora culta, progresiva que ella emprenda. (...) no nos guía una versión ciega y terca hacia determinada idea religiosa, nos impulsa un amor sin límites a la libertad y al progreso y forzosamente hemos de combatir todo lo que signifique para estos un estorbo. El Liberal no es baluarte de odios, sino amplio cartel de información a la moderna, abierto a todas las ideas generosas y progresivas, a todos los problemas que deben preocupar al hombre y a las mujeres dignos de su tiempo".

La Iglesia amenazaba con la pena de excomunión a los que asistieran a sus numerosas conferencias.

Caricatura de Belén de Sárraga

En cierta oportunidad se presentó en Montevideo el conferencista italiano Enrique Ferri, declarando que "la mujer es inferior física e intelectualmente al hombre". Belén de Sárraga le responde desde las páginas de El Liberal: "¿Lo ha demostrado? No. Él nos habla de la mujer actual, que no es la mujer natural, sino un ente deformado física y moralmente por la sociedad en la que vive. ¿Puede un enfermo servir de sujeto para un estudio analítico de toda una raza? (...) Negar lo que es la mujer por lo que es hoy es tan ilógico como negar las alegrías de la naturaleza contemplándola en un día sin sol. Si bien él reconoce el matriarcado, dice que aquí se reconoce la inferioridad de la mujer ya que se dejó esclavizar. Yo recuerdo por un momento que este sabio es socialista, es el anatematizador de tronos y el defensor del proletariado y recordando esto le pregunto. Si en los tiempos primitivos (...) todas eran libres, sin reyes, sin señores; ¿no es sino prueba o inferioridad natural orgánica de los pueblos en que haya descendido hasta la esclavitud...? (...) Ferri cree y no puede creer en la eterna postergación de las clases populares. No puede considerar superiores a los bandidos de todas las épocas (...) Si no acepta como convencido socialista estas caídas de los pueblos y de las generaciones sino como incidente en la larga marcha de la humanidad hacia su fin de libertad, de igualdad y de justicia, ¿por qué lo hace argumento contra la mujer que igual que el proletariado ha sido postergada en un lapso de vida tomando de ello base para negar (...) su rehabilitación en el futuro? (...) En diferentes artes y profesiones las mujeres han destacado a pesar de la resistencia de una muralla de convencionalismos (...) Verdad que han tenido que romper con todo, huir de la familia, dejar que el mundo las proclamase locas, que la buena sociedad las consideráse inhabilitadas para vivir en su seno (...) y sin embargo, han escalado en honrosos puestos y han llegado a la cumbre de la ciencia y del heroísmo. ¿Cómo puede decirse de estas que no poseen, como el hombre, voluntad y resistencia? Vencer una deficiencia intelectual es mucho más fácil que dominar el egoísmo instintivo que nos lleva a desear la consideración de nuestros semejantes".

Fundó en Uruguay la Asociación de Damas Liberales, a la cual representó en el Primer Congreso Femenino Internacional de la República Argentina, donde ocupó dentro de la Comisión Organizadora Ejecutiva el cargo de vocal, al igual que en la comisión de Sociología. En la sesión previa al inicio del evento fue designada vicepresidenta honoraria primera. Este Congreso se llevó a cabo entre el 18 y el 23 de mayo de 1910 y estuvo organizado por militantes del Centro de Universitarias Argentinas, el Centro Socialista Femenino, el Centro Feminista y la Liga de Mujeres Librepensadoras. Varias de las participantes eran intelectuales, allegadas al socialismo y la masonería y tenían títulos universitarios, sobre todo en medicina y leyes.



Argentina. El Primer Congreso Femenino Internacional de 1910

El Congreso, en coincidencia con el centenario del país y celebrado a raíz del mismo, atrajo a numerosas expositoras extranjeras, aparte del nutrido contingente nacional, pero todas de elevado nivel, participando delegaciones de Chile, Perú, Uruguay, Paraguay, Italia, España y Francia. Los idiomas aceptados para el evento fueron: el Castellano, Francés, Italiano, Alemán, Inglés y Ruso, contándose con los traductores necesarios para el caso.
Los objetivos a cumplir fueron enunciados en el artículo 2º de las Bases y Programa:

a) Establecer lazos de unión entre todas las mujeres del mundo.
b) Vincular las mujeres de todas las posiciones sociales a un pensamiento común: la educación e instrucción femeninas, la evolución de las ideas que fortifiquen su naturaleza física, eleven su pensamiento y su voluntad, en beneficio de la familia, para mejoramiento de la sociedad y perfeccionamiento de la raza.
c) Modificar prejuicios, tratando de mejorar la situación social de muchas mujeres, exponiendo su pensamiento y su labor para poner de manifiesto las diversas fases de la actividad femenil y arrancar las causales y efectos que determinan su influencia en el hogar, su condición de obrera, profesional, etc. y las soluciones de índole general, y particular que tiendan a mejorar su situación.


Las perspectivas y el enfoque general del Congreso fueron muy amplios para su época, mencionándose con frecuencia la necesaria reforma del Código Civil que, aclara Dora Barrancos, "desde 1869 sancionaba la incapacidad femenina colocándola en situación más grave que a menores e insanos". "Las feministas no discrepaban sobre la necesidad urgente de la equiparación de los sexos ante la ley civil y no eran pocas las voces que en la sociedad argentina acompañaban esta demanda. La sujeción de las mujeres al marido tenía su complemento en la imposibilidad de la disolución del vínculo conyugal. La ley de matrimonio civil de 1882 secularizó las formas del contrato matrimonial, pero impidió el divorcio vincular..." En 1902, tanto el Partido Socialista, a través de su diputado en el parlamento Carlos Olivera y la Gran Logia de la Masonería Argentina, con su Gran Maestre Pablo Barrenechea a la cabeza, impulsaban la sanción de la ley de divorcio, visitando conjuntamente distintas ciudades del país en una feroz campaña. El intento fracasó por poco. Los uruguayos sentaron el precedente al aprobar la ley en 1907. Dora Barrancos recoge algunas expresiones vertidas: "El Congreso Femenino Internacional hace votos para que en los distintos países del mundo se dicten leyes que igualen en derechos civiles y jurídicos al hombre y a la mujer". "Debemos pensar que con el divorcio habremos dado el primer paso hacia nuestra emancipación y elevación moral". "El Congreso Femenino Internacional declara que el divorcio es una ley de saneamiento moral dentro del matrimonio".

Otro tema de candente actualidad fue la cuestión del derecho a sufragio. Nuevamente Barrancos se hace eco de los diversos testimonios: "Pedimos el sufragio para ambos sexos porque consideramos que es una anomalía y una injusticia en los tiempos de evolución y de progreso en que vivimos". "El Congreso Femenino Internacional, considerando que la mujer es apta para ejercer sus derechos políticos y civiles, hace votos porque se le reconozca el derecho al sufragio". Este logro llegará recién en 1947.

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