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...Y siguen las denuncias
Es decir, que en dichos lugares va a haber el próximo 30 de octubre más votos que el número de habitantes que tienen.
Colombia difunde por doquier, con orgullo, que es una democracia. Y lo es. Pese a las triquiñuelas y delitos que seres oscuros cometen contra el sufragio, los que la hacen imperfecta. Nuestra democracia es uno de los más importantes valores que en el concierto internacional tenemos y debemos defenderla obstinadamente.
Para ello es necesario develar a los autores de actos tan bochornosos como los que comentamos en este espacio editorial.
Elección tras elección las autoridades cierran boquetes para que no pasen quienes se empeñan en volverlas un teatro del crimen. Con perseverancia se ponen talanqueras para que no logren colarse los mañosos, ni quienes cometen delitos contra el sufragio. Pero certamen tras certamen aquellos que son más delincuentes que políticos demuestran ser avezados en grado sumo, se dan sus mañas y le causan inmenso daño al país, a las instituciones, a la credibilidad del sistema electoral, desfiguran la voluntad popular y logran que se les dé categoría de elegidos a oscuros personajes que llegan a sus cargos municipales con base en la comisión de delitos.
***
Qué pesar del Chocó. Un completísimo análisis publicado en la más reciente edición de la revista Semana, devela cómo al rico e importantísimo departamento colombiano se lo está tragando literalmente, la politiquería y la falta de otros liderazgos.
Como en los tiempos del feudalismo (y ocurre en otros departamentos del país), allí hay ya unas castas de ‘señores’ que son los dueños de las vidas de los demás, a los que irónicamente les rinden culto, pese a que no han hecho mucho por cambiar sus condiciones de vida.
Colombia difunde por doquier, con orgullo, que es una democracia. Y lo es. Pese a las triquiñuelas y delitos que seres oscuros cometen contra el sufragio, los que la hacen imperfecta. Nuestra democracia es uno de los más importantes valores que en el concierto internacional tenemos y debemos defenderla obstinadamente.
Para ello es necesario develar a los autores de actos tan bochornosos como los que comentamos en este espacio editorial.
Elección tras elección las autoridades cierran boquetes para que no pasen quienes se empeñan en volverlas un teatro del crimen. Con perseverancia se ponen talanqueras para que no logren colarse los mañosos, ni quienes cometen delitos contra el sufragio. Pero certamen tras certamen aquellos que son más delincuentes que políticos demuestran ser avezados en grado sumo, se dan sus mañas y le causan inmenso daño al país, a las instituciones, a la credibilidad del sistema electoral, desfiguran la voluntad popular y logran que se les dé categoría de elegidos a oscuros personajes que llegan a sus cargos municipales con base en la comisión de delitos.
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Qué pesar del Chocó. Un completísimo análisis publicado en la más reciente edición de la revista Semana, devela cómo al rico e importantísimo departamento colombiano se lo está tragando literalmente, la politiquería y la falta de otros liderazgos.
Como en los tiempos del feudalismo (y ocurre en otros departamentos del país), allí hay ya unas castas de ‘señores’ que son los dueños de las vidas de los demás, a los que irónicamente les rinden culto, pese a que no han hecho mucho por cambiar sus condiciones de vida.
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